lunes, 29 de abril de 2013

Capitulo 2


Turismo, la naturaleza y las comunidades: nuevas maneras de parcelar el territorio.

Parece que muchos profesionales interesados en el turismo están de acuerdo que esta actividad no sólo se puede evaluar desde el punto de vista de las empresas que preparan los planes de desplazamientos y desde la perspectiva del turista, sino también desde el punto de vista de los habitantes de una zona geográfica que se transforma en receptora; es decir, una visión humanista que contempla no sólo los recursos, sino la experiencia de todos los actores involucrados. Esta fue una conclusión muy general que le permitió a la Jornada de Turismo y Cooperación al Desarrollo, llevada a cabo en Barcelona de España en el año 2003, enmarcar todas las conferencias de ese importante evento. (Valicati, 2004, p 174). 

Si el turismo realmente puede contribuir al desarrollo en general y al alivio de la pobreza, debe ser una actividad justa y socialmente solidaria. El concepto de ambientalizar el turismo para la sostenibilidad parece que esta en línea con las ideas de muchas de las publicaciones de la década de los años 70, lo cual nos estaría indicando que existe un retorno, después de 30 años, de conceptos ya trabajados en libros como : Socialisation de la Nature de Philippe Saint Marc (1971), la Tecnología Adecuada del editor Nicolás Jéquier (1979), The Quality of Life Concept del editor  Stanley M. Greenfield (1973), La Sociedad y el Medio Ambiente de I. Guerásimov ,et. al., (1979), Los Ocho Pecados Mortales de la Humanidad Civilizada de Konrad Lorenz (1975), Redoing América de Edmund K. Faltermayer (1970), El Club de Roma de Celso Furtado, et. al., (1976).

Existe una economía de los bienes inmateriales que el mundo debe descubrir, pues la política económica presupone una metafísica. Desde una perspectiva humanística de la satisfacción colectiva del ambiente, en su doble aspecto : la condición de la vida, que se traduce en el ambiente social (cultura y seguridad en un sentido amplio) y  el medio de vida,  relacionado con el ambiente físico sin contaminaciones y sin desequilibrios. Estas riquezas comunes y solidarias son las bases del humanismo moderno. La revolución que propone Saint Marc no  es por lo tanto sólo ambiental, sino una revolución integral que se expresaría ambientalmente como una nueva utopía que revalorice los valores.






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